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viernes, 7 de agosto de 2015

Danza Enrico Cecchetti Italia


Biografía:

Enrico Cecchetti. Profesor y bailarín de ballet italiano al que se considera uno de los más dotados maestros en la historia del ballet. Nació en Roma, Italia en 1850 . Era hijo de bailarines y comenzó a bailar como profesional cuando todavía era un niño. En 1879 debutó como bailarín en el teatro de La Scala de Milán. Famoso por su técnica, Cecchetti se convirtió en el maestro de ballet de los Teatros Imperiales de San Petersburgo en 1890. Desde 1910 hasta 1913 fue maestro de ballet en los Ballets Rusos de Diáguilev. Cecchetti abrió su propia escuela en Londres en 1918 y regresó a Milán en 1925. Entre sus alumnos hay que destacar a la bailarina rusa Anna Pavlova , con quien realizó giras desde 1913 hasta 1918, al coreógrafo de origen ruso Leonid Massine, y al bailarín y coreógrafo ruso Vaslav Nijinski. Muere en 1928 con 78 años de edad.

sábado, 1 de agosto de 2015

Danza Pável Gerdt Rusia


Biografía:

Pável Andréyevich Gerdt, también conocido como Paul Gerdt nace en noviembre de 1844 , fue el Premiere Danseur Noble del Ballet Imperial, en el Teatro Bolshói Kámenny, y en el Teatro Mariinsky durante 56 años, haciendo su debut en 1860, y retirándose en 1916. Su hija Elisaveta Gerdt fue también una prominente ballerina y maestra. Gerdt estudió con Aleksander Pímenov, un alumno del legendario Charles Didelot, y con Jean Petipa, el padre de Marius Petipa, un maestro de la antigua pantomima y alumno de Auguste Vestris. Fue conocido como el Caballero Azul de los escenarios de San Petersburgo, creando los roles de casi todos los papeles principales masculinos a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, entre ellos, el Príncipe Desirè en La bella durmiente del bosque , y el príncipe Coqueluche en Cascanueces. Nadie en el teatro conocía su verdadera edad y, cuando se le preguntaba, siempre decía que tenía 23. Entre sus alumnos en la Escuela del Ballet Imperial estuvieron Michel Fokine, Vátslav Nizhinski, Tamara Karsávina, George Balanchine y Anna Pávlova, a quienes enseñó el altísimo salto de Marie Taglioni y Carlotta Grisi. Pável Gerdt muere en julio de 1917)

lunes, 13 de julio de 2015

Danza Mijaíl Baryshnikov Rusia


Biografía:

Mijaíl Nikoláievich Baryshnikov Bailarín de origen ruso. Nació el 27 de enero de 1948 en Riga (hoy Letonia). Hijo de un oficial del ejército y una costurera. Su madre se suicidó, cuando Mijaíl contaba 12 años quedando al cuidado de su abuela. En 1967, forma parte del Ballet Kirov. En 1974, durante una gira por Canadá con el Ballet del teatro Bolshói, pidió asilo político en este país. Algún tiempo después bailó en el American Ballet Theatre (desde 1980 hasta 1989) y en el New York City Ballet. Dentro de su repertorio se puede encontrar un amplio abanico de obras, desde el ballet clásico hasta el ballet moderno, además de emplear diferentes estilos para interpretar trabajos creados por coreógrafos tan dispares como el ruso George Balanchine y la estadounidense Twyla Tharp. Deja el ballet por la danza moderna y funda White Oak Dance Project, compañía de giras de la que fue director artístico desde 1990 hasta 2002. En 2004 inauguró su Centro de las Artes en Nueva York. En diciembre de 2000 obtuvo el premio John F. Kennedy Center, que compartió con el tenor español Plácido Domingo y la actriz Angela Lansbury. Recibió un doctorado honoris causa en 2007 del Conservatorio Shenandoah de la Universidad de Shenandoah, y el 11 de mayo de 2006, de la Universidad de Nueva York. También destacó como actor al aparecer en películas como Paso decisivo (1977) y Noches de sol (1985, Taylor Hackford), y en una obra de teatro, Metamorfosis (1989), basada en la obra del escritor checo Franz Kafka. Contrajo matrimonio con la actriz Jessica Lange, y un año después nació su hija, Alexandra Barýshnikova. Después se relacionó con la bailarina Lisa Rinehart, con la que tuvo tres hijos: Sofía, Anna y Peter. 

viernes, 3 de julio de 2015

Danza Marcia Haydée Brasil

Biografía:

Marcia Haydée fue una de las bailarinas más conocidas del mundo. Cosechó éxitos como directora y coreógrafa del Ballett de Stuttgart y musa de John Cranko. Había nacido en la ciudad de Niteroi, cercana a Río de Janeiro, y después de estudiar en la Royal Ballet School de Londres pasó al Grand Ballet del Marqués de Cuevas, en Montecarlo, donde conoció al joven coreógrafo británico John Cranko. Fue con él que se trasladó en 1961 al Ballett del Teatro Estatal en Stuttgart, donde Cranko creó para ella perdurables personajes femeninos, como los de los ballets Onegin y Romeo y Julieta. Con sus presentaciones, la compañía se convirtió en una de las cinco más importantes del mundo y Haydée, en una de las bailarinas más destacadas de su tiempo. Dos años después de la muerte repentina de Cranko en 1973, la brasileña se convirtió —al principio contra su voluntad— en la continuadora de su trabajo y logró mantener a la compañía unida y sólida. En su última etapa como directora actuó sin embargo sin suerte y tras un enorme éxito con “La bella durmiente” no obtuvo más reconocimiento como coreógrafa y abandonó su cargo, aunque continuó viviendo en Sttugart con su esposo, el profesor de yoga Guenter Schoeberl. Haydée no se ha retirado del todo, pero sus presentaciones enfrentan muchas críticas. “Muchas personas están enojadas conmigo porque en mi nuevo trabajo destruyo su visión de la bailarina clásica”, comentó la artista acerca de la decepción de sus admiradores. Ella misma considera que sus presentaciones con Giora Feidman en Elle e(s)t moi, o como bailarina expresionista rodeada de musculosos guerreros indonesios, fueron un fracaso, pero quiere mostrarle al mundo, con Callas, que el éxito no es una cuestión de edad. “Nunca tuve problemas con la edad, pero hay que ser consciente de lo que se puede seguir haciendo, si no, todo se vuelve ridículo”, afirma. Asegura que el momento de irse será el día en que el teatro esté completamente vacío. Marcia Haydée compartió la dirección de Stuttgart con el Ballet de Santiago. Durante esta última década continúan los grandes Estrenos y el Teatro Municipal tiene en el Ballet de Santiago a su máximo exponente artístico y el gran convocador de público. Se realizan giras a España, Hungría, Alemania. Durante la gestión de Marcia Haydée se produce una estrecha vinculación con el Ballet de Stuttgart, incorporando varias obras de su repertorio y con un intenso intercambjo de artistas. El Ballet de Santiago se convierte en la Compañía con más obras de John Cranko fuera del Ballet de Stutgart. personalidades Biografía Marcia Haydée Entre 1993 y 1995 Marcia Haydée, paso a ser la gran bailarina de John Cranko, y una de las más grandes de la historia del ballet. Su madre siempre le dijo que nació bailando. A los 3 años ya estaba inscrita en una escuela para menores y, desde entonces, no se separó nunca más de la danza. Al cumplir los 15, ingresó al Royal Ballet School, en Londres, para posteriormente entrar a la famosa compañía del Marqués de Cuevas. En 1961, John Cranko -uno de los más grandes coreógrafos que jamás haya existido- recién contratado como Director del Ballet de Stuttgart, la llevó a la compañía como Primera Solista. Según Haydée, todo lo que es se lo debe a Cranko, pues fue él quien elaboraba cada coreografía pensando exclusivamente en ella, gracias a lo cual logró consolidar su carrera como primera bailarina. Cuando Cranko murió, Hyadée asumió como Directora de la Compañía de Sturgatt, cargo que desempeñó desde 1976 hasta 1996. Simultáneamente entre 1993 y hasta 1996, lo fue del Ballet de Santiago por primera vez. Luego, cosas del destino la instalaron definitivamente en nuestro país y en la actualidad está nuevamente a la cabeza “de la mejor compañía de Sudamérica”, tal como ella misma reconoce. Marcia Haydée ha trabajado con casi todas las compañías más importantes del mundo y compartió escenario con bailarines de la talla de Rudolf Nureyev, Mikhail Baryshnikov, Paolo Bertolucci o Jorge Donn. También ha producido sus propias versiones de “La Bella Durmiente”, “Coppélia”, “La Cenicienta” y “Giselle”, entre otras. Para empezar quisiera que nos hablara sobre sus inicios en la danza, cuéntenos ¿cómo y cuándo surge este interés por el ballet? Bueno, mi mamá dice que cuando nací, nací bailando. Yo tenía 3 años cuando comencé mi contrato con la danza, pues a esa edad ingreso a la escuela para niños. Desde ese momento hasta ahora, que tengo 68 años, nunca he parado de bailar. La danza para mí es una manera de vivir. ¿Dónde realiza sus estudios de danza? Empecé en Brasil donde tuve un profesor muy bueno, que era checo y con él trabaje 8 años. Después, al cumplir los 15 años, me fui para Londres. Ahí estuve 2 años en el Royal Ballet y luego entré a la famosa compañía del Marqués de Cuevas. ¿Cómo fue su experiencia en el Ballet del Marqués de Cuevas? Fue la más linda de todas. En los cuatro años que pasé en esa compañía aprendí lo que es ser bailarina, aprendí mi profesión. Además, él era un hombre fantástico, su pasión era la danza, él hacia todo por la compañía. Entonces, el elenco le tenía un cariño muy grande. Él era un hombre muy especial. En esta etapa, ¿usted ya empezó a mostrar interés por la coreografía o la corografía viene después? No, la coreografía viene después, yo nunca tuve interés por la coreografía, lo que yo quería era bailar. Cuando me fui de la compañía del Marqués de Cuevas me trasladé Alemania y empecé a trabajar con John Cranko que era uno de los grandes coreógrafos. Él empezó a crear todos los tipos de ballet para mí; hizo “Romeo y Julieta”, “El Lago de los Cisnes”, “Carmen”. Ahí hice mi carrera como primera bailarina. Yo tenía gran interés por trabajar con corógrafos pero nunca ser una coreógrafa. Nunca, en mi vida, pensé que iba ser una coreógrafa. Pero años después, cuando John Cranko murió, yo fui nombrada Directora de la Compañía de Sturgatt. En ese momento necesitábamos una gran producción, entonces yo dije ‘hagamos la Bella Durmiente’ y como yo conocía todas las versiones de esta pieza comencé a trabajar como coreógrafa. ¿Qué significó para usted haber trabajado con Cranko? Todo lo que soy hoy se lo debo a Cranko. Él era un coreógrafo que tenía una visión muy adelantada para su época y vio en mí la capacidad de poder hacer todo lo que él quería. A Cranko le debo mi carrera. ¿Qué papeles recuerda con más cariño? De Cranko, “Romeo y Julieta”, “Carmen”, “Onegin”, “La Fierecilla Domada”. Después siempre tuve la oportunidad de que los coreógrafos quisieran trabajar para mí, por eso hice una carrera tan grande. Cuéntenos, ¿cómo llega a dirigir el Ballet de Santiago? Yo estuve como directora del Ballet de Santiago en el año 1992. Eso se dio gracias a que viene a bailar a esta compañía y me enamoré de ella. Años después, Luz Lorca me llamó para hacer una coreografía y después de un mes nos adaptamos tan bien que me pidieron ser la directora, pero yo aún estaba como directora en Sturgatt. Entonces 2 ó 3 años fui directora en forma paralela en Alemania y Chile, pero fue muy difícil, una locura. Finalmente, me di cuenta que no era posible continuar. Ahí deje ambos trabajos. Fui directora en Sturgatt 32 años; necesitaba un descanso. Poco a poco fui volviendo hasta que hicimos “Madre Teresa y los Niños del Mundo”. Con esta obra fuimos de gira por todo el mundo. En Latinoamérica, debíamos estar en Chile, Argentina y Brasil, sin embargo, en el último momento Chile canceló, pero como yo ya tenía los pasajes decidí venir igual. Ahí, nuevamente Luz Lorca me ofreció el puesto de directora del Ballet. Entonces, se puede decir que fue la Madre Teresa la que me trajo a Chile. Como directora de este ballet, ¿cuáles son las dificultades más grandes que ha tenido que afrontar? A decir verdad, cuando llegue pensé que me iba a enfrentar con más dificultades, pero la compañía fue increíble, nunca tuve un problema, todos siempre me ayudaron. Además, como soy bailarina y me llevo muy bien con el grupo, ellos saben que siempre voy a decidir lo mejor para el elenco. Ellos sienten ese apoyo, saben que soy para ellos y no contra ellos; muchas veces hay directores que no se ponen en el sitio de los bailarines. La verdad es que yo tengo una manera de dirigir la compañía fuera de lo común. Pero también por toda la trayectoria que poseo como bailarina ellos me respetan, ayudan y quieren. Por eso digo siempre que la Madre Teresa me dio un regalo muy grande. Dada su experiencia en Chile ¿en general, cómo ve el nivel de ballet en nuestro país? El ballet chileno tiene un nivel increíble. No sé si los chilenos se dan cuenta de esto, yo creo que no. Los chilenos siempre dan más valor a lo que viene de afuera, pero esta compañía es la mejor que hay en Sudamérica. Somos una compañía que cuando se presenta en el extranjero tiene la admiración del público. Hoy, ¿cuáles son las deficiencias más grandes que le ve al ballet chileno? Yo no veo ninguna deficiencia en el ballet chileno. Esta compañía puede ser comparada a cualquier otra gran compañía de Europa. Además tiene algo que en Europa no se da: la energía latina, la vivacidad y pasión. El Teatro Municipal inicio su Temporada de Ballet 2005 con “La Cenicienta” con el vestuario original diseñado a fines de los años ‘50 por Raimundo Larraín y confeccionado en la casa Dior.¿Cómo se dio la oportunidad de restaurar este vestuario tan importante para el ballet? Bueno, como te dije antes, yo tengo que agradecer a dos chilenos mi carrera en este país: al Marqués de Cuevas y a Raimundo Larraín. Con el último comencé a trabajar en el montaje de “La Cenicienta” y desde ahí que él quiso que yo fuera su modelo. Cuando supe que todos los trajes hechos por Raimundo de “La Cenicienta” y “La Bella Durmiente” estaban en Chile, pensé que era necesario rescatar ese vestuario, ya que son joyas que no pueden perderse. Entonces, me propuse realizar una nueva versión de “La Cenicienta” para mostrar los trajes y la magia de Raimundo Larraín. Teatro Nacional de Stuttgart “Württembergisches Staatstheater” Antiguo teatro de la corte real, construido en 1909–1912 por Max Littmann. En 1983–1984 fue restaurado siguiendo los planos originales. Posee 1400 asientos. Este grandioso escenario acoje las representaciones del famoso Ballet de Stuttgart y de la renombrada Ópera de Stuttgart. La Ópera de Stuttgart recibió en 1998, 1999, 2000 y 2002, bajo la dirección artística de Klaus Zehelein, el codiciado premio “Ópera del Año” en Alemania. No menos importancia tiene el Ballet de Stuttgart, el cual, desde la fundación de la actual compañía en 1961 por el genial coreógrafo John Cranko, ha logrado convertirse en una de las primeras compañías de ballet a nivel mundial. Tras la repentina muerte de John Cranko en 1973, Marcia Haydée pasó a dirigir la compañía. Desde 1996, Reid Anderson es el director artístico encargado de que el Ballet de Stuttgart, con su extraordinario y variado repertorio de ballet clásico y moderno, se mantenga “bailando en la cumbre”.